LA COPLA Y LA CANCIÓN ESPAÑOLA

La copla y la canción española constituyen, voluntaria o involuntariamente, buena parte del imaginario y sentir colectivo de los españoles. Sus melodías y sus letras, por fortuna para unos y por desgracia para otros, representan la esencia más popular de Andalucía y de casi todo el resto de España. Conocer y escuchar estas canciones es conocer y escuchar la memoria musical de un país que encuentra en el flamenco y la copla, dos géneros relacionados entre sí, sus sonidos más propios. Tras años de desprestigio, cada vez son más los artistas que reivindican el valor de unas canciones que son de todos.
¿Qué español no ha escuchado o tarareado alguna vez temas como "Ojos verdes", " A tú vera", "La bien pagá", "Tatuaje", "María de la O", "La zarzamora", etc.? La copla y la canción española con sus historias de amores imposibles y trágicos y de pasiones desbordadas forman parte de la memoria sentimental del pueblo españo
La Edad de Oro de la copla coincide con la posguerra de la Guera Civil española. Entre todos los grandes artistas de la época destaca una figura elegante y mística, la de Concha Piquer, a quien sin miedo a equivocarse, puede considerarse como creadora definitiva del género. De la mano de los compositores Quintero, León y Quiroga, la Piquer lanza al mundo las coplas más populares de todos los tiempos.
La copla parecía cosa de mujeres y a Doña Concha pronto le siguen una legión de tonadilleras y folclóricas que, ataviadas con bata de cola, peineta y mantón, recorren los pueblos de España cant ando coplas y romances.
Nombres como Juanita Reina, Lola Flores, Gracia de Triana, Carmen Sevilla, Paquita Rico, Imperio de Triana, Gracia Montes o Mari Fe de Triana se convierten en las artistas que ponen música y color a la España negra del franquismo.
Sin embargo, no sólo de mujeres se nutre la copla y la canción española. Miguel de Molina, Rafael Farina, Antonio Molina y Juanito Valderrama, son los principales valedores masculinos del género.
Durante la posguerra, la popularidad de la copla era tan grande que el cine lo convierte en tema protagonista. Los principales artistas trasladan al celuloide su estampa y su arte en toda una serie de películas 100% folclóricas.